Manteniendo un ángulo constante de aproximadamente 20º, deslice el cuchillo describiendo un arco, desde el mango hasta la punta, a lo largo de toda la chaira.
Al efectuar estos movimientos, evite golpear el cuchillo contra el protector del mango o contra la propia chaira, pues ello podría dañar el filo.
Cada lado del filo debe ser afilado alternadamente, en movimientos uniformes que cubran el filo en toda su extensión.